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Demanda aérea supera la capacidad de El Dorado, dice IATA: Aerocivil reconoce retos y anuncia medidas implementadas

En 2023, se publicó un estudio que aseguraba que la capacidad del aeropuerto podría aumentar. Análisis.
Durante los últimos días se realizó en Bogotá —y por primera vez en Colombia— Wings of Change Americas (WOCA) 2025, un evento que reunió a diferentes voceros de la aviación mundial para discutir los principales retos del sector. Uno de los temas que despertó especial interés fue el análisis de la capacidad operativa de uno de los aeropuertos más importantes de la región: El Dorado.
En términos de cifras, Bogotá es un punto estratégico para el sector aeronáutico. Según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Colombia concentra el 9,7 % del tráfico de pasajeros en Latinoamérica y el Caribe. Solo en 2024, El Dorado movilizó a más de 45 millones de pasajeros, lo que lo posicionó, por tercer año consecutivo, como el aeropuerto más transitado de la región.
Estudio de capacidad de El Dorado
Primero, es clave entender que hace dos años la Iata publicó un estudio técnico en el que concluyó que la capacidad del aeropuerto El Dorado de Bogotá podría incrementarse hasta en un 47 por ciento, si se implementaban una serie de recomendaciones detalladas en el informe.
En el estudio participaron entidades del sector aeronáutico y aeroportuario, como el Ministerio de Transporte, la Aeronáutica Civil, la Agencia Nacional de Infraestructura, el operador del aeropuerto, así como varias aerolíneas.
Tras el análisis, basado en datos de 2019, la asociación identificó 23 áreas de mejora clasificadas según su nivel de complejidad en corto, mediano y largo plazo. Estas acciones permitirían optimizar la capacidad operativa del aeropuerto y, por lo tanto, mejorar el servicio y la experiencia de viaje tanto para pasajeros nacionales como internacionales.
Las recomendaciones a corto plazo, por ejemplo, son acciones que no requieren de grandes inversiones y que podrían implementarse de 4 a 11 meses. Entre ellas destacan la agilización de los procesos de check-in, la disminución de los tiempos de ocupación en pista de los aviones y la reducción de la distancia entre aeronaves para despegar.
Actualmente, el aeropuerto opera con un promedio de 74 operaciones por hora. Sin embargo, su capacidad sostenible se ha estimado en 68 operaciones por hora, lo que significa que cualquier eventualidad, como mal clima, puede generar retrasos en las salidas de los vuelos.
Una de las conclusiones más importantes del estudio es que, si se implementan estas 23 medidas propuestas, el aeropuerto podría alcanzar hasta 100 operaciones por hora.
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El análisis de la Iata
Durante una rueda de prensa realizada en el marco de Woca, Peter Cerdá, vicepresidente regional para las Américas de la IATA y Paula Bernal, gerente de IATA para Colombia, coincidieron en que la estructura aeroportuaria es uno de los principales desafíos que enfrenta la región.
Cerdá hizo un llamado a revisar la capacidad no solo de los principales aeropuertos de cada país, sino también los secundarios. En el caso Colombiano, mencionó algunos ejemplos como Cali, Medellín, Cartagena o Santa Marta.
“Son aeropuertos que están creciendo a un ritmo muy acelerado. La demanda existe, pero lo que no está es la infraestructura. Y eso es lo que tenemos que mejorar. Construir una terminal nueva o una pista no se resuelve en meses; requiere años de planificación y ejecución”.
Sobre El Dorado, fue enfático al señalar que, si no se incrementa su capacidad y si no se mejora la infraestructura de otras ciudades clave, como Medellín, Cartagena o Cali, el crecimiento del país podría estancarse y las aerolíneas podrían optar por operar en otros destinos con mejores condiciones.
Por su parte, Paula Bernal recalcó que el crecimiento del tráfico de pasajeros en el país supera la evolución de su infraestructura, lo cual podría convertirse en una barrera tanto para el volumen como para la calidad del servicio.
Durante un taller realizado en el marco de Woca, Henry Pinto Rodríguez, director de la Aeronáutica Civil, manifestó su compromiso con avanzar en los diálogos en torno a la implementación de las recomendaciones de la Iata.
“Celebramos que las autoridades hayan manifestado, en el marco de este evento, su voluntad por seguir avanzando en la implementación de estas recomendaciones, que permitirán que tengamos mayor capacidad y mejor servicio en el Aeropuerto El Dorado”, aseguró Bernal a EL TIEMPO.
Cerdá, por su parte, fue contundente: “Hay más demanda, más pasajeros volando, pero también más demoras y cancelaciones debido a las fallas en los sistemas aeroportuarios y de navegación aérea. Si dentro de tres años nos encontramos en la misma situación, Colombia enfrentará un problema grave. La gente quiere venir, pero si no hay capacidad, no podrá hacerlo”.
Aunque Bernal celebró el proyecto de expansión de El Dorado, reconoció que es una medida a largo Plazo. Por ello, enfatizó la importancia de transformar también la operación diaria del aeropuerto.
“El Gobierno y el operador deben preguntarse qué tipo de aeropuerto quieren para Bogotá. Hoy en día, El Dorado sirve a la aviación comercial, privada y militar. Cada uno cumple su función. Pero si Colombia quiere seguir creciendo con este aeropuerto y jugar en las grandes ligas como Nueva York, Madrid, Londres o Buenos Aires, es difícil hacerlo con tres distintos actores operando en el mismo aeropuerto”, concluye Cerdá.
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¿Qué dicen las aerolíneas?
EL TIEMPO dialogó con voceros de aerolíneas como Wingo, Jet Smart y Avianca sobre la capacidad aérea de El Dorado y los principales desafíos que enfrentan en términos de operación.
Avianca, que actualmente opera más de 240 vuelos diarios y transporta a más de 32.000 pasajeros al día, de los cuales más de 18.000 realizan conexiones a través de El Dorado, destacó la importancia de seguir trabajando de manera coordinada con todos los actores del sector para consolidar a Bogotá como el hub y la principal puerta de entrada de Latinoamérica. Para la aerolínea, esto permitirá que “cuente con procesos eficientes del lado aire y tierra, que apoyarán al desarrollo económico de la capital”.
Por otro lado, Jorge Jiménez, vicepresidente comercial y de planeación de Wingo, explicó que, de las 23 recomendaciones de la Iata, 16 están orientadas a optimizar procesos operativos sin necesidad de grandes inversiones en infraestructura. “Valoramos que la Aeronáutica Civil haya manifestado su intención de avanzar en su implementación. Si estas medidas se aplican de manera decidida, El Dorado podría alcanzar hasta 100 operaciones por hora, lo que representaría un avance clave para la conectividad aérea del país”, indicó.
Jiménez también advirtió que uno de los retos más relevantes para las aerolíneas es el acceso equitativo y transparente a las franjas horarias de mayor demanda, ya que estas no solo son estratégicas para las operaciones de las aerolíneas, sino también para los pasajeros, al concentrar los horarios más eficientes y convenientes.
“Desde Wingo, creemos que garantizar acceso a estas franjas para múltiples operadores permite ampliar la oferta, mejorar la experiencia de viaje y asegurar que más ciudadanos encuentren opciones accesibles, cómodas y oportunas. Esta participación es clave para fomentar la competencia, democratizar el transporte aéreo y cumplir con nuestro propósito de conectar más personas, más lejos y por menos”, afirmó.
Además, advirtió que una de las limitaciones de las aerolíneas es la falta de disponibilidad y funcionamiento adecuado de sistemas técnicos esenciales para la operación diaria. “Hoy, por ejemplo, los dos sistemas ILS en nivel 3 llevan meses, incluso años, sin funcionar correctamente. A esto se suman las autorizaciones de rodaje automatizadas y el radar de superficie, que también presentan limitaciones. Para un aeropuerto con el peso operativo de El Dorado, es fundamental que todos los sistemas estén activos y sean confiables. Esto se traduce directamente en seguridad, puntualidad y eficiencia”, aseveró.
Por último, Estuardo Ortíz, CEO de Jet Smart expresó que desde hace tiempo, han insistido en la importancia del uso eficiente y equitativo de los slots en El Dorado. “Es una situación que no es menor si queremos seguir aumentando la capacidad de estos aeropuertos. Es necesario, no solo en Bogotá, sino también en Rionegro, avanzar en obras de expansión y eficiencia de la infraestructura”, asegura.
Ortíz añadió que las aerolíneas necesitan el respaldo de los concesionarios y de las autoridades para contar con los espacios y la infraestructura necesarios que les permitan seguir operando correctamente en el país. “Vemos avances en el Aeropuerto El Dorado en cuanto a la expansión de plataforma y esperamos que esté disponible pronto para seguir operando relativamente rápido”, señala Ortíz.
Y concluyó: “Tenemos un plan, una guía clara que debemos seguir para alcanzar 100 operaciones por hora. Pero, como aerolínea, duele ver que aún no estamos viendo resultados. Necesitamos poner la flota en lugares donde haya espacio y sea más eficiente volar. Y, en ese sentido, veo que otros países están avanzando más rápido en términos de competitividad.
Aunque Colombia avanza en el posicionamiento de Bogotá como un punto clave en la conectividad aérea en la región, los desafíos en infraestructura siguen siendo uno de los principales retos. El llamado de aerolíneas y de la Iata es claro: se requiere inversión, planificación y, sobre todo, la implementación de las 23 recomendaciones técnicas para que El Dorado y los aeropuertos secundarios del país puedan responder a la creciente demanda y garantizar un servicio eficiente y de calidad.
La respuesta de la Aeronáutica Civil
EL TIEMPO logró contactar con la Aeronáutica Civil para conocer el estado de la implementación de estas 23 recomendaciones, además de su postura frente a estas. En un comunicado enviado a este medio, la entidad aclaró lo siguiente:
“Es importante mencionar que estas -las recomendaciones- no son vinculantes, es decir, no son obligatorias. Esto significa que la Aeronáutica Civil tiene la flexibilidad de considerar e implementarlas según su propio criterio y prioridades, siempre y cuando se ajusten a las normas y regulaciones nacionales e internacionales aplicables”.
La entidad también informó que, en función de su viabilidad, ha adelantado diversas acciones en diferentes etapas.
A corto plazo, se han adoptado medidas como la disminución de los tiempos de ocupación de pista, mediante una mejor coordinación con los operadores de las dependencias encargadas de los servicios de tránsito aéreo; y la reducción de la separación aplicada entre salidas sucesivas, ajustando los tiempos mínimos para cumplir con estándares internacionales.
A mediano plazo, la entidad resalta acciones como la gestión de la carga del espacio aéreo, evaluando la capacidad de los sectores para gestionar adecuadamente el recurso humano. Asimismo, hizo énfasis en el cumplimiento de los límites de velocidad del Área Terminal de Control, facilitando la gestión de tránsito aéreo y permitiendo una secuenciación adecuada.
Y por último, a largo plazo, se proyecta la construcción de calles de rodaje de salida rápida, que permitirá reducir los tiempos de ocupación de pista y, por lo tanto, aumentar la capacidad y eficiencia del aeropuerto. Esta iniciativa requerirá la implementación de mesas de trabajo técnicas con el operador aeroportuario para su materialización.
Respecto a los retos, la Aeronáutica destacó la importancia de una coordinación efectiva y compromiso de todos los actores del aeropuerto, incluyendo aerolíneas, autoridades y operadores. Igualmente subrayó la necesidad de inversión en tecnología e infraestructura que apoyen la implementación de las recomendaciones.
“Desde la Aeronáutica Civil siempre estaremos atentos para que de manera articulada se trabaje en la viabilidad del mejoramiento de los procesos de toda la cadena de actores del aeropuerto con el fin de optimizar y mejorar su eficiencia y capacidad”, concluye el documento.



